Entre Viña y Santiago
Los encantos de Curacaví
Sinónimo de chicha y dulces chilenos –merecedores del Sello de Origen desde el 2017–, esta zona campestre mantiene su sello tradicional y puramente chileno. A sólo 40 minutos de Santiago atrae con una de las principales cervecerías artesanales del país, una exposición de arte local y un inolvidable salto en paracaídas, además de sabores típicos.

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Los encantos de Curacaví

Arte local
La Casona de Curacaví es sede de la exposición de artes visuales ALAS. Más de 20 artistas de la zona que recorre la ruta 68 –Santiago, Curacaví, Casablanca, Valparaíso y Viña del Mar– muestran sus obras que van de pinturas, esculturas a fotografías. Algunos de los trabajos que se podrán ver son los de Mimi Palacios, Juanita Tagle, Loro Coirón y Diego Martínez. Al recorrer el montaje de esta antigua casona en el centro de la ciudad se puede concluir en el café Marquesa, para probar sus coloridos y refrescantes milkshakes en un vaso de ampolleta.
Dónde: Ambrosio O’Higgins 1216, Curacaví.
Cuándo: Hasta el 22 de diciembre, de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 21.00.
Entrada liberada.

Chicha de Curacaví
¡Hasta una cueca tiene la chicha de Curacaví! Y es que esta bebida, junto con los chilenitos, es el producto más típico de la zona –y merecedores del Sello de Origen–y en abril de cada año le dedican una gran fiesta. Una de las más populares es la Chicha Valladares, con 100 años de una receta familiar que se pasa entre generaciones. Hoy está a cargo Alejandro Valladares, quien es parte de todo el proceso de producción, desde la selección de la uva hasta su fermentación de 5 meses. Al final de ese tiempo, que coincide con el 18 de septiembre, se destapan las tinajas y todos pueden disfrutar de este emblemático trago nacional. La bodega también funciona como restaurant y sus empanadas en horno de barro son imperdibles.
Dónde: Ambrosio O’Higgins 184, Curacaví.
Web: www.chichavalladares.cl

Chilenitos en Millahue
Manjar casero, hojarasca crujiente o bizcocho esponjoso, mucho merengue. ¿Se te hizo agua la boca? Esos son los componentes que hacen tan irresistibles los clásicos pasteles chilenos, que nacieron en la zona de Curacaví. Aquí se encuentran más de 50 fábricas productoras, siendo Millahue una de las favoritas y la más antigua. Es una casa de campo convertida en hostería y cafetería, y apenas se cruza la puerta quedan a la vista todos los chilenitos, empolvados, mil hojas y tacitas. Son pasteles contundentes en los que el manjar se lleva el protagonismo: ¡ni se parece al envasado que encuentras en almacenes! Tienen mesas en terraza, para disfrutar de la naturaleza y la sombra que dejan los árboles. Se ha convertido en una parada obligada no sólo para quienes visiten Curacaví, sino que también para quienes viajan por la ruta 68 hacia Viña o Santiago.
Dónde: Ruta 68 km 35, Curacaví.
Instagram: @dulces.millahue

Pasear por la cervecería Kross
A los pies del Cerro El Mauco, en pleno valle del río Puangue, se ubica la microcervecería Kross, donde se producen una de las cervezas artesanales ya más reconocidas del país. Ha crecido mucho desde que se comenzó la elaboración en este mismo lugar en 2006. Hoy cuenta con el espacio y la tecnología suficiente para producir casi 300 mil litros mensuales. De lunes a sábado se puede visitar la sala de ventas –que está rodeada de naturaleza y campo–, para conocer el proceso productivo y, por supuesto, probar algunos de sus productos en formato schop, como las clásicas Stout, Golden, Pils y Maibock o las especiales y experimentales. Ya se acabaron los tours guiados mensuales por este año, pero hay que estar atentos porque el 2019 vienen nuevas fechas.
Dónde: Camino El Toro, km. 6.5 s/n, Curacaví.
Web: www.kross.cl
Instagram: @cerveceriakross

Volar sobre el valle
Cierra el 2018 con una aventura inolvidable: lanzarte en paracaídas. Es lo que ofrece Paracaidismo Chile en pleno valle de Curacaví. La modalidad del saltoes Tandem, desde un avión a 4 mil metros de altura y enganchado con un arnés a un instructor experto que guía el retorno a la tierra. Durante la caída –a más de 200 kilómetros por hora–, tienes una vista única a la Cordillera de Los Andes, el monte Aconcagua y la costa. Además, todo queda registrado en un video tipo selfie. Pueden participar personas mayores de 18 años –o 16 con permiso notarial de los padres-, que no sufran enfermedades cardíacas, que pesen menos de 100 kilos y midan menos de 2 metros. Y el requisito más importante: que tengan ganas de algo distinto.
Precios: $ 160.000 (1 persona).
Web: http://www.paracaidismochile.cl

Comida chilena
En este viaje no podía faltar un buen plato de comida chilena. Si bien hay muchos restaurantes y hosterías para elegir en Curacaví, uno de los preferidos es Agua de Piedra, al que fácilmente se puede llegar desde la ruta 68. Cazuela, pastel de choclo, carne mechada, porotos granados y pollo arvejado son algunos de los platos tradicionales que se sirven en este local, cuyos sabores prometen traerte más de algún recuerdo. También una irresistible empanada de pino casera. Y como los chilenos somos buenos los postres, aquí preparan leche asada, leche nevada, tortas y celestino.
Dónde: Ruta 68 km 45, Curacaví.
Web: www.restaurantaguadepiedra.cl