
Opinión
Estamos marchitos, junto a una democracia que perdió su épica
El clima político y social parece dominado por la inmediatez, la polarización y la desconfianza. Nuestros liderazgos —con honrosas excepciones— hablan más de sí mismos que de nosotros. Falta una narrativa que nos haga creer que juntos podemos más, que juntos somos mejores.