
El ocaso de los iluminados
Pardow, al menos, tuvo la valentía y la honestidad intelectual de pasar al otro lado del mesón y hacer política en vez de comentarla desde las alturas —muy relativas— de la academia. Le fue como le fue. Lo contrataron por su perfil técnico, confiable, informado, trabajador, sistemático. Y fue ese perfil el que selló su final.