
Pobre Jeannette
Jara no solo es víctima conceptual del comunismo, es víctima real de un partido que no tiene los incentivos para adaptarse a las necesidades de la economía y la sociedad moderna.
Jara no solo es víctima conceptual del comunismo, es víctima real de un partido que no tiene los incentivos para adaptarse a las necesidades de la economía y la sociedad moderna.
Daniel Jadue puede tratar de mover el avispero victimizándose y usando la pamplina del “sesgo político” para sacarlo de la elección. Y Ximena Rincón puede decir que la sentencia que la afecta se contradice con lo expresado por el Servel. Pero lo importante es que en Chile existe el imperio del derecho.
Un estudio recientemente publicado por The Washington Post habla de que, hasta mediados de julio, los tribunales habían fallado en contra de la administración de Trump en 165 demandas... pero que se desafió la supervisión judicial en 57 de esos casos. Casi el 35 %. Más de un tercio.
Vino de paso a Chile, lo que le impidió volver al sur que adora y conoce al dedillo. Pero el tiempo le alcanzó para soltar sus ideas, que nunca dejan indiferente al oyente. Habló de la “derecha cavernaria” tal como Vargas Llosa, visitó a Matthei y le dejó un recadito a Kast. Pero no se pierde: la izquierda es su invariable punto en la mira.
Los moderados parecen atrapados en una confusión absurda: creen que la mesura y el sentido de urgencia son excluyentes. El deseable gradualismo se transforma en obstáculo cuando una reforma tarda una década en concretarse. La gente privilegia hoy la acción y la concreción.
Nayib Bukele acertó con su medicina en el dolor más grande de sus conciudadanos, la seguridad, y eso le dio, o cree que le dio, un salvoconducto para hacer lo que quiera.
Cuando sean los narcopolíticos los que manden, de poco valdrán las sutilezas de si es más igualdad o más crecimiento, si eres de derecha o de izquierda.
¿Quién no ha escuchado esa genialidad de yo jamás votaría por…. Seguimos atrapados en los sentimientos y las legítimas emociones que nos generan esos hitos, pero como en la muerte lenta del crustáceo que adormece en la olla conforme sube la temperatura del agua, Chile gambetea la mediocridad teniendo todo para brillar desde los acuerdos.
Las encuestas dicen que será la derecha la que gobernará desde marzo, y que las campañas serán básicamente sobre seguridad o migración irregular. Pero la pregunta es qué derecha. ¿La del all in que protagonizó el Partido Republicano en la segunda Convención, o una que despliegue el arte de la política y logre mayorías o incluso sanación entre enemigos? Algo habrán aprendido…
El delirio de defender lo indefendible ante la evidencia, da sobradas razones para sospechar de las credenciales democráticas del PC: datos, no opiniones.